XXXIV
A
medida he recorrido este camino, he visto almas desvanecerse, he visto almas
perderse, oscurecerse, destrozarse, por el solo hecho de sentirse abandonadas,
no siempre estaremos rodeados de gente, no siempre alguien estará pendiente de
nuestra existencia, también necesitamos de privacidad, de soledad, de vivir
nuestra propia libertad.
XXXV
Debemos
guiar a través de la cueva de la ignorancia a los que nunca han salido de esta,
debemos guiarlos hacia la luz del sol, a que aprecien la realidad de las
sombras, a que aprecien y se creen un concepto propio de lo que es la realidad,
la cual no para todos es siempre lo mismo... esa es la belleza de la humanidad,
la diversidad, la multiplicidad de pensamientos, lo único que la mutila son
aquellos que no permiten la libre expresión, aquellos que gustan de los
ignorantes por que se lucran con su opresión, aquellos que gustan de los ciegos
por que les hacen creer lo que ellos ven, aquellos que gustan de los mudos por
que ponen en sus bocas las palabras que ellos quieren, los que tienen miedo de
compartir su inteligencia por temor a ser derrocados, por temor a ser
superados. El que goza de seguridad intelectual, no debe sentirse atentado,
debe compartir, debe ayudar a la humanidad a mejorar su forma de vivir.
XXXVI
Es
maravilloso, energético y majestuoso, sacudirse las telarañas que a veces casi
asfixian, esas telarañas de la paciencia, esas que se tejen alrededor de
nosotros debido a la espera, a la espera de un soplo de vida, a la espera de
encontrar un sentido a nuestra existencia, de encontrar el camino hacia la
razón, de tener en nuestras manos el eslabón de la verdad y eso no representa
el fin de nuestra existencia, siempre hay un mas allá, la verdad nunca es
absoluta, siempre esta en continuo movimiento.
XXXVII
Ni a
los hijos, ni a los hermanos, ni a los amigos y ni a todo lo que te rodea, se
les debe dar toda comprensión, ni tampoco negársela, tanta miel empalaga y
demasiada hiel vuelve la vida amarga, la mejor formula para desarrollar a
plenitud estas relaciones es la agridulce.
XXXVIII
No se debe dar mucho pero
tampoco se debe dar poco, todo en medidas exactas y nada excesivo, un balance
entre ambos... ¿que seria de la vida si solo existiera la bondad?
¿soportaríamos vivir sin maldad?, ¿sin motivos de complicación? ¿como autómatas
de la dulzura y los buenos sentimientos?, ¿como en un horroroso cuento de
hadas? ¿sin libertad de expresarnos? ¿limitados a un solo sentimiento?
XXXIX
El
peor error es acostumbrar a las personas que te rodean a no dejarlas vivir por
si solas, a que dependan de ti, a que no actúen si tu no actúas y esto por un
simple motivo, que para el humano la costumbre se hace ley, los hábitos crean
dependencia y cuando esto sucede lo que pensábamos que era una ayuda será un
obligación.
XL
Las
complicaciones, las tristezas, el sufrimiento, el odio y toda una galería de
maldad y malos sentimientos, son los que nos otorgan a través del tiempo la
madurez como seres humanos, los que nos crean un carácter e individualizan
nuestro ser. Sin ellos no podríamos llegar a superarnos, no podríamos especular
lo que es la realidad humana, el por que fuimos dotados de un uso de razón
superior y no solo por el instinto.
XLI
Fuera
de otorgarle su divinidad al Gran Arquitecto del Universo, en esta vida debes
confiar nada mas en ti mismo, debes tener Fé nada mas en ti mismo, debes
esperar nada mas en ti mismo, no debes esperar en los demás, los demás también
siguen estos preceptos y no tienen tiempo para pensar en ti mientras no
satisfagan sus necesidades, las necesidades primordiales de nosotros los seres
humanos son las personales, lo demás es secundario y el que piense primero en
los demás y luego en el, no esta vivo. Y esto no es egoísmo, nada mas es
realismo... Es que no podemos ayudar a los demás, sin habernos ayudado a
nosotros mismos, no podemos confiar en los demás si aun no confiamos en
nosotros mismos, no podemos dar sanidad, si dentro de nosotros solo hay
enfermedad.
XLII
No
solo las serpientes son venenosas, también el humano tiene su ánfora de veneno
almacenada muy en su interior, todo ser al verse amenazado busca defenderse de
cualquier manera y a como de lugar, todo ser al ser hostigado busca atacar y es
ahí donde aparece ese veneno letal que guarda en su interior el humano, ese que
cuando corre por sus venas lo hace perder la cabeza, olvidar lazos de familia y
cualquier tipo de buenos recuerdos que lo ate al ser que va a atacar, se nubla
el pensamiento en su totalidad, se pierde la visión, se pierde el conocimiento
y se ataca con feroces dentelladas al azar, sin temor a destrozar ni a
ensordecer con estrepitosos gritos de odio y palabras hirientes a su vez
dotadas de veneno que se clavan directamente en la memoria, que eliminan los
buenos recuerdos. Y después... el rencor, acompañado de la impotencia de no
poder hacer retroceder el tiempo, de sentir un alivio pasajero, por haber
botado tu carga negativa de odio y luego un eterno arrepentimiento, por que ya
el veneno expulsado corre dentro de la persona atacada, ya el daño causado es
irreversible, aunque después de este ataque, la victima se levante y
continué... las heridas y las lesiones causadas no siempre son visibles
físicamente, quedan almacenadas en el alma, se aferran en la sección de malos
recuerdos dentro de la memoria y enturbian la pureza del espíritu.
XLIII
La
avaricia, la codicia y el interés personal, no permite el desarrollo del ser
humano, el que tiene demasiado quiere tener mas y el que no tiene desea tener,
es una cuestión lógica y real, si existiera un balance entre esto, todo seria
diferente, el que tiene la dicha de tener en abundancia debe agradecer su
abundancia ayudando al que no tiene, satisfaciendo de esta manera su espíritu y
además utilizando el principio de dar para recibir, todo acto leal y caritativo
tiene su premio ya sea económicamente o en algunos de los casos lo mas
importante es la satisfacción personal y espiritual.