TRIVIALIDADES

X

Todos tenemos nuestros fugaces momentos, experimentando diversos sentimientos, ya sea fugaces momentos de gloria o eternos momentos de desgracia, alegría momentánea, tristeza instantánea, placeres efímeros, placeres eternos, la diaria y fingida cordura y la momentánea locura, la cultura y la vulgaridad, nada es para la eternidad, es por eso que nadie debe limitarse a las sensaciones, nadie debe negarse la naturaleza, el instinto, ese instinto humano del que todos somos presos y al que siempre estamos dualmente expuestos, cada quien es libre de ser lo que quiera, nadie puede limitar nuestra manera de pensar, de expresarnos, de sentir, de vivir y desarrollar su humanidad como sus sentidos le dicten y de la mejor manera que le plazca.

XI

El destino no esta escrito, nosotros debemos de escribirlo mediante nuestra diaria experiencia de la vida, estamos capacitados para tantas actividades diarias y lo mejor seria que todas estas fueran en beneficio de proteger nuestro sagrado templo del alma, nuestra divina humanidad, pero no... la mayoría se dedica a denigrar el cuerpo, a podrir el alma, a envenenar la mente, sin sentido, sin reparar ni saber que es lo que hacen, nunca piensan cuales serán las futuras consecuencias de esta dañina gula de destrucción, del trágico derrumbe que sufrirá su estúpido mundo de perdición y los ajenos a este, que se pueda llevar en su nefasto recorrido. Sufren demasiados inocentes por tan pocos inconscientes, son tantos los que deben pagar las consecuencias, de tan pocos que han decidido que este lugar les pertenece, a costa de todo, a costa de lo que sea, decidiendo quienes merecen vivir y quienes merecen morir, haciendo uso de su dominio e inteligencia, se hartan el mundo a mordidas, mordidas de sangre, de canibalismo humano, de odio, de racismo, de poder y de todo el extenso menú de malos sentimientos que nosotros “los divinos seres humanos” hemos creado y seguimos creando.

XII

Son eso seres gordos de poder los que destruyen al mundo, los que invitan a la miseria a comerse a su prójimo, los que permiten que el cáncer de la pobreza  ataque a un sin fin de victimas inocentes y que no comprenden que es lo que sucede a su alrededor, por que los detiene el temor, por que sus voces han sido ahogadas y sus párpados cocidos, les impiden ver la realidad, la decadencia de esta humanidad, dirigida al abismo sin sentido por el gusto de unos pocos, por la maldita avaricia de unos cuantos.

XIII

Son tantas nuestras rarezas, son tantas nuestras muestras de ignorancia, que hasta en la búsqueda de los más triviales sentimientos, nos complicamos sin obtener éxito alguno, a veces debemos dejar las puertas cerradas si no tenemos el suficiente valor para atravesarlas, es mejor no abrirlas si no sabemos como volver a cerrarlas, es mejor dejar en el anonimato las cosas que así nos hemos acostumbrado a tratar, no sabemos como reaccionaremos si estas salen a la luz, si sentiremos el mismo interés o si nos provocara la mayor de las decepciones, siempre es necesario tener nuestro cofre de secretos, nuestros sentimientos privados que nos hacen salir del montón, que nos hacen seres únicos, diferentes y le dan la razón a nuestra existencia.

XIV

Aun no entiendo como existen personas que dependen de otras para existir y otras que creen que todos dependemos de ellas para poder existir, pero si... entiendo que estos seres han sido creados por la mayoría de miserables que si tienen creencia en ellos, han sido creados por los que no pueden continuar sin un guía en su camino, por que tienen miedo de caminar solos, por que tienen miedo a adentrarse en la profunda oscuridad de la vida, aquellos que piensan que por si solos nunca podrán ver la luz, que  nunca podrán salir a la superficie y que todo el tiempo vivirán dentro de su abismo de dependencia.

XV

Nosotros los humanos dejamos pasar tantas cosas a nuestro alrededor, sobre todo en nuestra etapa en la que nos consideramos que somos el elixir de esta vida, que somos el motivo de existencia de otras personas, que somos lo máximo y lo mejor de esta creación, que nada nos hace falta, que nuestros sentimientos se alimentan dañando o robando los de otros y no importando a quienes nos llevemos de encuentro en ese experimento, seriamos felices siendo eternos, seriamos felices viviendo esto día con día, pero nuestra realidad no es así; tarde o temprano las cosas se terminan, los cosas fenecen y con ello esta grandiosa y gloriosa etapa de nuestra vida, algunos recapacitamos a tiempo y logramos sanar las heridas que nuestros actos causaron, otros que lo vivimos sin limites, nos dedicaremos a lamentarnos en la soledad de nuestro vació, llenos de recuerdos, que solo serán eso “recuerdos de gloria” en nuestra etapa de derrota en la que si necesitaremos de todo lo que despreciamos y no supimos valorar.